La gestión de la Facultad lleva un año y medio sin solucionar la falta de BUFFET y COMEDOR UNIVERSITARIO. Tampoco habilitan un sector para comer.
La gestión actual de nuestra Facultad ha privado a sus estudiantes, docentes y no docentes del uso del buffet, un espacio fundamental en el día a día de la vida universitaria o laboral de aquellas personas que asisten diariamente a clases, a estudiar y a trabajar.
Muchas veces hemos levantado reclamos frente a esta situación, que al día de hoy sigue sin resolverse. No encontramos en las autoridades tampoco un compromiso sincero para solventar esta situación para el 2023. Cursamos un año entero sin buffet y sin siquiera un espacio para sentarnos a desayunar, almorzar, merendar y/o cenar en nuestra Facultad., etcétera. Pues no solo se nos privó de poder comprar una tortita, un café, un sándwich o lo que fuere, sino que también se nos privó de una mesa, un asiento, un microondas, un espacio donde no solo podemos alimentarnos sino que también utilizamos como espacio de estudio y distensión.
Pero la problemática del buffet no solo incluye la pérdida de espacios y bienes comunes estudiantiles, sino que afecta también las becas de ayuda socioeconómica. Desde el año 1998 el canon de la gestión del buffet fue un pilar para el acompañamiento para estudiantes que por su situación precisaban una ayuda económica para solventar transporte o almuerzo. Las autoridades de la facultad replican notas periodísticas y se enorgullecen con discursos públicos del recorrido de estudiantes egresados que provenían de contextos complejos, omitiendo totalmente del hecho que en muchos casos los programas de becas fueron muy importantes para que pudieran concluir sus estudios.
Está situación ha intentado resolverse pobremente, con llamados a licitación infructuosos a mitad de año, y casi nula difusión que dió como resultado que el mismo quede desierto. Previa, y posteriormente a los llamados a licitación, se prometió una falsa posibilidad de solución queriendo desligarse del problema y dejarlo en mano de los gremios de nuestra Facultad. Constantemente la estrategia de la gestión de nuestra regional es estirar las discusiones con propuestas al aire sin bases operativas para simular que están avanzando en la solución.
Tampoco se arbitraron los medios para el uso del buffet como espacio de comedor porque se usó como aula. Un aula no pensada para un proceso de enseñanza-aprendizaje correcto: tiene mala acústica y dos columnas en el medio que dificultan la visión. ¿Se utilizó el buffet como aula porque no hay cursos disponibles en la facultad? No, basta recorrer la facultad en cualquier horario para darse cuenta que los cursos sobran. Lo que no alcanzan son los docentes por lo que se buscan cursos con mayor capacidad. ¿Es igual la calidad de enseñanza cuando hay un docente para 20 estudiantes que para 60?
¿Continuaremos en el 2023 sin buffet, ni comedor?